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Foto del escritorvaleria serna gongora

Acceso laboral: Retos y avances para las personas con discapacidad


“¡Por mi discapacidad no me quieren!, ¡creen que soy incapaz de trabajar!, ¡no tenemos oportunidades de empleo!, ¡todos los que trabajan es por política” .


Esas son algunas de las frases que se escuchan de las personas con discapacidad indignadas por la falta de oportunidades en el mercado laboral. Sin embargo, esas mismas frases parecen ser respondidas por aquellas personas con discapacidad que gozan de la empleabilidad:


“Los que reclaman no tienen un título profesional!, ¡hay que estudiar para ser contratado!, ¡mi vida laboral ha sido exitosa a pesar de la discapacidad! ¡mi discapacidad no es una barrera!” .


Es así como finalmente nos preguntamos qué sucede con las personas con discapacidad que repudian el entorno laboral, qué sucede con aquellas que intentan ser empleadas, qué sucede con aquellas personas que tienen el empleo exitoso.


 

La brecha laboral entre la población con y sin discapacidad en Colombia es alarmante. Durante el trimestre enero-marzo de 2024, se registró una diferencia significativa en la tasa de ocupación, con una disparidad de 36,6 puntos porcentuales entre ambos grupos, situando a las personas con discapacidad en una posición desfavorable. Estas cifras reflejan una realidad ignorada por muchos: la exclusión laboral que enfrentan las personas con discapacidad en el país. A pesar de los avances normativos en materia de inclusión, aún persisten barreras estructurales y culturales que limitan su acceso al empleo digno.


 




A menudo, los empleadores tienen prejuicios sobre las capacidades de las personas con discapacidad, cuestionando su productividad y habilidades. Este estigma conduce a una renuencia a contratar a personas con discapacidad, aunque estén calificadas para el trabajo. La falta de conocimiento y comprensión sobre las discapacidades alimenta estos prejuicios, perpetuando la exclusión laboral y por qué no, la exclusión social.


Para abordar adecuadamente este desafío, es esencial primero reconocer y entender los diferentes tipos de discapacidad: física, mental, intelectual y sensorial. Cada tipo presenta sus propios obstáculos y necesita diferentes enfoques para garantizar la inclusión efectiva en el ámbito laboral.


La discapacidad física afecta la movilidad y la fuerza, requiriendo adaptaciones físicas en el entorno laboral, como rampas y ascensores accesibles. La discapacidad mental, como la depresión y la esquizofrenia, puede limitar la capacidad de funcionar diariamente, necesitando apoyo psicológico y un entorno laboral comprensivo.


La discapacidad intelectual, como el síndrome de Down, afecta el funcionamiento intelectual y adaptativo, necesitando adaptaciones en la capacitación y en el trabajo.


La discapacidad sensorial, como la visual y la auditiva, requiere tecnologías asistivas y adaptaciones como lectores de pantalla e intérpretes de lenguaje de señas.


Según datos del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), aproximadamente el 15% de la población en Colombia tiene algún tipo de discapacidad. Sin embargo, la tasa de desempleo entre las personas con discapacidad es alarmantemente alta. Se estima que sólo un 15% de las personas con discapacidad en edad de trabajar están empleadas, comparado con una tasa de empleo del 56% para la población sin discapacidad.


Ahora, ubicándonos en Cali, vemos que esta problemática no está exenta. Se ha realizado una encuesta a algunas personas con discapacidad, frente a esta situación.


Encuesta realizada por Valeria Serna y Ana Cuesta a personas que se encuentran laborando

con algún tipo de discapacidad en Cali


A la pregunta formulada: ¿Su discapacidad le ha impedido realizar alguna función en el lugar en el que labora? De las quince personas encuestadas,11 respondieron que no y 4 que sí.


La mayoría de las personas que respondieron negativamente explicaron que, en su mayoría, los trabajos que desempeñan son en áreas administrativas o de manera virtual, lo que facilita el desempeño laboral para personas en silla de ruedas, con dificultades en el habla o que les falta alguna extremidad. Estos resultados subrayan la importancia de las labores administrativas y la modalidad virtual como una vía de inclusión laboral efectiva para las personas con discapacidad en Cali.


Sin embargo, el hecho de que cuatro personas hayan respondido afirmativamente indica que aún existen barreras significativas que necesitan ser abordadas. Las dificultades pueden variar desde la falta de accesibilidad física en los lugares de trabajo hasta la carencia de tecnologías asistivas adecuadas para aquellos con discapacidades sensoriales o intelectuales. Este contraste en las respuestas refleja una realidad dual en la que, si bien, algunos han encontrado espacios laborales inclusivos, otros siguen enfrentando obstáculos importantes.


Uno de los mayores desafíos es la accesibilidad física en los entornos laborales. Aunque el trabajo remoto y los empleos administrativos han proporcionado una solución viable para algunos, aquellos trabajos que requieren presencia física siguen siendo inaccesibles para muchas personas con discapacidad. La falta de infraestructura adecuada, como rampas, ascensores accesibles y baños adaptados, limita las oportunidades de empleo para este grupo. Es imperativo que las empresas y el gobierno local inviertan en adaptar los espacios de trabajo para que sean inclusivos. Esto no solo beneficiará a las personas con discapacidad, sino que también enviará un mensaje claro de compromiso con la igualdad y la inclusión.


Las tecnologías asistivas son esenciales para permitir que las personas con discapacidades sensoriales e intelectuales puedan desempeñar sus roles laborales. Herramientas como lectores de pantalla, software de reconocimiento de voz y dispositivos auditivos pueden transformar el entorno laboral, haciéndolo accesible para todos. Sin embargo, la implementación de estas tecnologías sigue siendo limitada en Cali. Las empresas deben ser proactivas en la adopción de tecnologías asistivas y en la formación de sus empleados para utilizarlas de manera efectiva. Esto no solo mejorará la inclusión, sino que también aumentará la productividad y la moral en el lugar de trabajo.


La falta de comprensión y sensibilidad hacia las personas con discapacidad es otro obstáculo significativo. La capacitación y la sensibilización son cruciales para combatir el estigma y los prejuicios que persisten en la sociedad. Las empresas deben implementar programas de formación para educar a sus empleados sobre las capacidades y necesidades de las personas con discapacidad. Esto no sólo facilitará un entorno laboral más inclusivo, sino que también fomentará una cultura de respeto y aceptación.


Fotografías de personas con discapacidad en Cali

Fotografías por: Ana cuesta y Valeria Serna


 

Entre el bochorno y el apoyo para las personas con discapacidad desde sector público


La empleabilidad se ha convertido en un foco fundamental de abarcar entre las prioridades de las personas con discapacidad, además de las problemáticas de vivienda, educación y salud que esta población ha planteado para que sean incluidas en el Plan de Desarrollo 2024 - 2027.


“En Cali las empresas aún se niegan a contratar personas con discapacidad. Yo me he postulado a empleos sin decir que tengo una discapacidad física y al momento de tener la entrevista presencial no soy aceptada o no termino el proceso de contratación porque mi discapacidad los toma de sorpresa” -Ana María Gutiérrez, Comunicadora Social con discapacidad física


Para analizar la protección de los derechos y las garantías que tienen las personas con discapacidad, se debe conocer de qué manera o cómo es la inclusión dentro de los espacios laborales obligados a garantizar la empleabilidad de esta población, como son las entidades del sector público.


Si bien el Decreto 2011 del 30 de noviembre de 2017 pone en conocimiento el porcentaje de vinculación laboral de personas con discapacidad en este espacio; en el mismo se despliega que la ley 1346 de 2009 aprobó para Colombia la Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre de 2006, lo que determina responsabilidad del Estado la garantía de los derechos de las personas con discapacidad.


A esto se suma la Ley 1618 de 2013, la cual hace necesario reglamentar el porcentaje de vinculación laboral de personas con discapacidad en las entidades.


Por lo mismo, en las plantas que tienen entre uno y mil empleos, el porcentaje de la planta con participación de dicha población debe ser del 4 %, ahora, entre mil uno y tres mil empleos del 3 % y en plantas con una cantidad de empleos mayor a tres mil uno, el porcentaje de participación debe ser del 2 %. Además, el Departamento Administrativo de la Función Pública y el Ministerio del Trabajo determinan las estrategias de publicidad, divulgación y acompañamiento a las entidades para el cumplimiento de esta medida.


Si bien, la Gobernación del Valle del Cauca, que cuenta con la notoria presencia femenina de la gobernadora Dilian Francisca Toro Torres, pone en conocimiento desde la Subdirección de Gestión Humana del Departamento Administrativo de Desarrollo Institucional que, según el reporte del mes de mayo de 2024, en esta entidad se encuentran empleados veinticuatro personas con discapacidad, sin tener en cuenta que algunos contratistas con discapacidad no han firmado nuevamente el contrato.


En el registro se detalla que estas personas activas se dividen en siete personas con discapacidad visual, tres con discapacidad motora, siete con discapacidad física, y las siete restantes se relacionan con estrés laboral y ansiedad.


Sin embargo, Alexander Palacios, que es un estudiante de ingeniería en sistemas y auxiliar administrativo en la Secretaría de Desarrollo Social y Participación que tiene discapacidad física, asegura que “Conseguir empleo para una persona con discapacidad es muy difícil y sobre todo para trabajar aquí en la Gobernación. En el personal que es contratista hay un promedio de tres mil personas y entre ellos me atrevo a decir que no son más de veinte personas las que tienen alguna discapacidad. Lo cierto es que no hay muchas personas con la oportunidad de empleo aquí”.


Además afirma que su discapacidad no le ha impedido realizar alguna actividad laboral, a pesar de que movilizarse en una silla de ruedas ha sido un motivo de rechazo y exclusión en dicho lugar. Por el contrario, una de las integrantes del equipo de Comunicaciones de la misma Secretaría, Natalia Calero, asegura que el ambiente laboral en general de la Gobernación es provechoso para dicha población, en especial, en cuya Secretaría, en la cual se encuentran diez personas con algún tipo de discapacidad y que entre sus funciones, está encargada de liderar lo relacionado con la política pública y los comités de territorio de discapacidad.


Ahora, la desempleabilidad se ha catalogado como el resultado del desconocimiento, la falta de garantía de los derechos y las brechas en la educación, es decir, la falta de preparación de la comunidad para enfrentar el mercado laboral, sin dejar atrás la falta de empleos accesibles, lo que resalta a la discapacidad como el mayor impedimento para aprobar una oferta laboral. Lo mismo exceptúa a una entidad de reconocer la inclusividad, la mejoría de una reputación corporativa y la sensibilización ciudadana. Así mismo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), explica que estas personas suelen recibir empleos de menor calidad y con menores beneficios.


Aun así, el Programa de Discapacidad de la Secretaría de Bienestar Social explica que las personas con discapacidad que se encuentran trabajando en la Gobernación del Valle del Cauca es porque son conscientes de su limitación y del empleo al cual se postularon, es decir, conocen perfectamente que pueden realizar dicha labor a pesar de sus limitaciones.


Además, enfatizan en la importancia de que estos funcionarios puedan laborar sin problemas. Pues el 80% de la labor debe ser realizada de manera independiente y el restante puede ser realizada en colaboración de los compañeros de trabajo o una persona de su red de apoyo, por lo que Alexandra Rendón, integrante del Programa de Discapacidad, hace hincapié en que, la colaboración de otra persona puede resultar necesaria “Hemos identificado que de cada diez personas con discapacidad que han trabajado en la Gobernación, dos o tres de ellos se excusan con su estado para no realizar el ciento por ciento de sus actividades laborales, lo cual retrasa el trabajo del resto del equipo, entonces para evitar esa situación, ellos tienen la posibilidad de estar acompañados por una persona de su red de apoyo”.


Además de esto, en la Gobernación del Valle del Cauca se ha capacitado a funcionarios de la Secretaría General y de Desarrollo Social y Participación, al igual que los funcionarios de la Ventanilla Única, al igual que los funcionarios de la Ventanilla Única, con las jornadas de sensibilización para que se atienda correctamente a los funcionarios o usuarios con discapacidad. Juan Guillermo Parra, coordinador del Programa de Discapacidad de la Secretaría de Desarrollo Social de la Gobernación del Valle, explicó en las jornadas realizadas en el año 2022 que en esos espacios “se aborda el significado de la población con discapacidad, acciones o medidas que facilitan la inclusión y lo que es el servicio incluyente que permite mejorar la calidad del servicio analizando diferentes alternativas para atender la población con discapacidad, formas de interactuar con ellas y así lograr el objetivo que es la Política de Atención Incluyente”.


Así mismo, la Alcaldía de Santiago de Cali se sumó en el mes de abril de 2024 a la realización de jornadas de sensibilización respecto a las personas con discapacidad. Pues fueron 201 servidores públicos y contratistas de la Administración Distrital los que participaron en este espacio realizado desde el Departamento Administrativo de Control Interno (DACI), a través del subproceso Fomento a la Cultura del Control. Con esto, la administración explica que, “quienes han participado en dichas jornadas, reconocen la importancia de la información proporcionada y destacan cómo este tipo de actividades fortalecen el control interno en el ámbito público. Asimismo, ponderan la necesidad de continuarlas en otros organismos de la Alcaldía de Cali”.


Entonces, con el mismo interés de brindar un espacio adecuado a los usuarios y funcionarios de la Gobernación, se han realizado las adaptaciones necesarias para que se movilicen adecuadamente sin importar el tipo o nivel de discapacidad que tengan. Es por ello que el 20 de marzo de 2024 se dio a conocer a través del portal digital de la Gobernación que la Gobernadora, Dilian Francisca Toro, inauguró la Ventanilla Única de Atención Incluyente con enfoque diferencial, la cual está ubicada en el primer piso del Edificio Palacio de San Francisco. Este espacio tiene el objetivo de garantizar el acceso a los trámites y servicios de la Gobernación, gracias a los amplios espacios de movilidad y el apoyo de intérpretes de señas.


Daniel Alejandro Sandoval, encargado de atender la oficina de Valoración de

Apoyo para las Personas con Discapacidad

Fotografías por: Valeria Serna


Daniel Alejandro Zambrano, técnico en sistema y estudiante de inteligencia artificial con parálisis cerebral, es el encargado de atender la oficina de Valoración de Apoyo para las Personas con Discapacidad en la Ventanilla Única de atención incluyente de la Gobernación e integrante de la fundación Universitaria Jeison Aristizábal, la primera universidad de Latinoamérica para personas con discapacidad.


Su llegada a la oficina desde febrero de 2024 le permite asegurar que la mejor forma de llegar a un empleo en una entidad del sector público es la formación académica “Muchas personas con discapacidad consideran que no vamos a conseguir empleo con la misma facilidad que una persona en estado normal. Lo cierto es que sí se puede, pero lo importante es prepararse. Se debe reconocer que para tener un empleo en Alcaldía, la Gobernación o en cualquier entidad se necesita al menos tener un cartón de bachillerato”.


A pesar de lo mencionado, persiste la insistencia en que la población con discapacidad carece de oportunidades en el mercado laboral de Cali, lo cual obliga a algunos a permanecer en el mundo del empleo informal. Así es el caso de Francisco Higuera, una persona de la tercera edad con discapacidad física y vendedor ambulante de bolsas para la basura. Él se mantiene de lunes a viernes en el Terminal Andrés Sanín de Transporte MIO en el barrio Los Naranjos de la comuna 14 de Cali.


Este hombre que se moviliza con la ayuda de dos muletas, tras su discapacidad adquirida, es una de las personas que solicita un empleo del 10% de empleabilidad para las personas con discapacidad que propuso el actual alcalde de Cali, Alejandro Eder, durante su campaña.


Este hombre insiste en que “en la ley dice que hasta un 2% de empleabilidad para las personas con discapacidad y él nos prometió un 10% así que eso nos pareció maravilloso. Yo soy una persona con discapacidad física, tengo B7 en el SISBEN, no tengo pensión y sólo recibo los $80.000 pesos del Gobierno mensualmente. Ahora, yo soy vendedor ambulante en el MIO y nos están montando la perseguidora, ya no nos quieren dejar vender nuestras cosas, pero no tenemos otra opción. La administración pasada no fue la mejor, pero hay que reconocer que Ospina estuvo pendiente con Bienestar Social y a nosotros nos ayudaban”.


Ante esto, nuevamente Alexandra Rendón, integrante del Programa de Discapacidad, manifiesta que “Hay dos factores: La mayoría de personas que reclaman eso son personas que han adquirido la discapacidad y que no tienen estudios, y en toda entidad es necesario tener al menos el bachillerato. Las personas que lideran estas protestas exigen que se les brinde un empleo según lo que está estipulado, pero sin una preparación no se puede hacer nada”.


Pues según el Dane, las mayores brechas entre la población con y sin discapacidad se registran entre quienes no tienen ningún nivel educativo y en los niveles básica primaria y media: el 16,2% de las personas con discapacidad no tiene ningún nivel educativo, frente al 2,6% de las personas sin discapacidad, lo que indica una diferencia de 13,6 puntos porcentuales; el 37,7% de las personas con discapacidad tienen educación básica primaria, mientras que este porcentaje es de 26,9% para las personas sin discapacidad; y, el porcentaje de personas con discapacidad con educación media (16,5%) es 9,2 p.p. menor que el de personas sin discapacidad con un 25,7%. En educación superior se presenta una brecha de 6.7 puntos porcentuales, ya que la población con discapacidad alcanzó como último nivel educativo el 14,3% frente al 21% de la población sin discapacidad.


Además, la Subsecretaría de Poblaciones y Etnias de la Alcaldía de Cali se respalda ante los reclamos, tras asegurar que en las administraciones anteriores se recibieron hojas de vida y estas se socializaron con las empresas o algunas entidades como Comfandi y Fenalco, ya que son algunas de las interesadas en contratar personas con discapacidad. Pero, este año el alcalde Alejandro Eder abrió cupos para dicha población dentro de la planta de contratistas, los cuales son socializados con el comité de discapacidad y las fundaciones, de esa manera se estaría cumpliendo con las oportunidades de empleo para las personas con discapacidad y sus familias. Sin embargo, es importante aclarar que dichas ofertas también son socializadas en las ferias de empleabilidad.


Sin embargo, Higuera no es la única persona en protestar por un empleo según el acuerdo de Eder. Pues Henry Cuellar, un hombre con discapacidad física ocasionada por poliomielitis y accidente de tránsito, pero que además sufre de epilepsia, se ve obligado al trabajo informal con la venta de galletas y cigarrillos en el puente de Juanchito. Henry es una de las personas que junto con su grupo conformado por personas con discapacidad, llamado Henrry Cuellar con Discapacidad y Familia, suelen estar en los espacios públicos con la presencia del alcalde Alejandro Eder, con el fin de recordarle su propuesta.


Henry Cuellar

Fotografías por: Valeria Serna


De la misma forma, Javier Hugo Sánchez, líder social de la comuna 20 de Cali, defensor de los derechos de las personas con discapacidad y cuidador de un joven con discapacidad auditiva, también asegura no recibir ofertas laborales, ayudas solidarias ni ser tomado en cuenta en la toma de decisiones sobre la población con discapacidad.


Sin duda, esta es la lucha de dos de los tantos sujetos que se mantienen en la constante guerra de ser escuchados. Mientras que, aquellos que están al otro lado de la protesta, se mantienen fuera de este conflicto y provechosos de sus oportunidades laborales, como es el caso de Raúl Fernando Manrique Navarro, un hombre de 51 años con discapacidad visual y contratista de la Alcaldía de Cali en la dependencia de la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (UAESP). Él asegura que, en su lugar de trabajo cuenta con todas las herramientas y acompañamiento necesario para desempeñarme correctamente en la recepción de la UAESP. Aún así, es la única persona con discapacidad contratada en dicha dependencia, lo que una vez más pone en evidencia la mínima presencia de su población en la administración.


Raúl Fernando Manrique, recepcionista de la UAESP

Fotografía por: Valeria Serna


 


Emprender como una forma de resistencia ante

 la falta de empleabilidad 


Según las evidencias de la falta de oportunidad laboral, las exigencias de una preparación profesional para acceder a un empleo y la discapacidad como un motivo de rechazo en el campo laboral, hay personas que, aunque no opten por las ventas ambulantes, prefieren emprender y conocer las distintas industrias del mercado por su cuenta propia.


Pues en la investigación Emprendimiento como Alternativa de Inclusión Laboral en Personas con Discapacidad en Latinoamérica, realizada por la Universidad Privada del Norte en Perú, “en el mundo, la población con discapacidad enfrenta un gran número de retos al intentar suplir sus necesidades básicas debido a que no es insertada integralmente en el mercado laboral, principalmente cuando poseen una condición adversa significativa. Ante tal situación, el emprendimiento aparece como una alternativa y estrategia social que permite el autoempleo de dichos ciudadanos, mientras se aporta al crecimiento económico”.


Tal planteamiento se logra corroborar con la demostración de dos emprendimientos de mujeres que han tomado su discapacidad como el motivo de su lucha diaria contra la falta de oportunidades e inspiración. A través de las experiencias, el sentido de pertenencia, la seguridad, el auto reconocimiento y el amor propio, en ellas, la discapacidad se convierte en una limitación del cuerpo, pero no de sus fortalezas mentales.


Entre las valientes se encuentra Sofía Álvarez Quintero, una joven de 27 años con Síndrome de Leigh. Ella es artista de artes plásticas y visuales, estudiante de comunicación social y periodismo de noveno semestre en la Universidad Autónoma de Occidente y fundadora del emprendimiento S A Q ART and Disability.


El nombre de su emprendimiento S A Q son las letras iniciales de su nombre y ART and Disability significa arte y discapacidad en inglés. Se trata de una página en la que cuenta sus vivencias como una persona con discapacidad. También, publica productos para la venta como cuadros, bolsos, delantales de chef, camisetas, organizadores para viajes, entre otros artículos. Asimismo promueve los emprendimientos de personas con diversidad funcional y neurodiversidad, al igual que sitios que cumplan con accesibilidad, acceso, inclusión social, laboral y escolar.


Este emprendimiento tiene el objetivo de crear conciencia, sensibilidad, empatía y respeto por la población con diversidad funcional. Además, es necesario que las personas se enteren de que las personas con discapacidad tienen las mismas capacidades que los individuos regulares.


Ella asegura: “Las barreras que he tenido al emprender han sido más que todo en la financiación del negocio, para la toma de fotografías a los productos y la publicidad en redes sociales, otra barrera que tengo es en la parte comunicativa, porque no me puedo comunicar verbalmente, con mis clientes entonces no puedo presentar mi negocio tan rápido como quisiera. He podido exponer mis cuadros en: el Centro Cultural Comfandi, en la Galería Kolectiva, en la Biblioteca de la Universidad Autónoma de Occidente y fuera del país, he expuesto en New Jersey e Indonesia, igualmente, he podido participar en ferias y eventos en stands, con el fin de comercializar mis productos. Otra oportunidad que veo en un futuro es poder distribuir mis artículos en otras ciudades de Colombia”.


Sofía Álvarez Quintero

Fotografía por: Ana cuesta


Ahora, así como ella y con un mayor grado de dificultad para movilizarse y mantener su respiración, Stephany Freitas, una mujer brasileña de 23 años con atrofia muscular progresiva, difusión respiratoria y escoliosis, prefiere enfrentar las barreras de la discapacidad como escritora, emprendedora e influencer digital.


Ella emprende con la venta de su libro As aventuras de Stephany e Luana (Las aventuras de Stephany y Luana) en el cual cuenta las experiencias vividas por su discapacidad, con el fin de inspirar y motivar a los demás “Las personas con discapacidad no tenemos oportunidades laborales porque la mayoría de las empresas prefieren personas que puedan realizar actividades sin ninguna limitación. No tenemos oportunidades a pesar de que tenemos derecho a trabajar, y por esa razón preferimos trabajar por cuenta propia”.


Stephany Freitas

Fotografía otorgada por Stephany Freitas



 

El rol de las empresas en la inclusión de personas con discapacidad


La inclusión laboral de personas con discapacidad en Colombia sigue siendo un desafío significativo, a pesar de los avances legislativos y los incentivos gubernamentales. Según el informe de Incluyeme.com de la primera edición de la Encuesta Latinoamericana sobre Discapacidad (ELADis), 7 de cada 10 personas con alguna discapacidad en Latinoamérica no tienen trabajo. Este alarmante dato resalta las múltiples barreras que enfrentan las personas con discapacidad, tanto en el ámbito laboral como educativo. La situación en Colombia refleja esta tendencia, subrayando la necesidad de cambios profundos en la infraestructura, las actitudes sociales y las políticas inclusivas. Además, la población con discapacidad se encuentra altamente invisibilizada y cuenta con muy pocos datos actualizados a nivel regional.


Los resultados de ELADis revelan que el 92.6% de las personas con discapacidad identifican dificultades para conseguir empleo, mientras que el 89.9% muestra interés en seguir capacitándose. La barrera más mencionada, con un 48%, fue la discapacidad, seguida por la falta de experiencia, la edad, el nivel de inglés y la falta de estudios. Además, el 72.9% de las personas con discapacidad se encontraban sin empleo al momento de la encuesta, y el 79.4% identifica barreras para estudiar. Estos datos reflejan la urgente necesidad de implementar medidas que promuevan la inclusión laboral y educativa de las personas con discapacidad en Colombia y en toda Latinoamérica.


La inclusión laboral de personas con discapacidad es un tema de vital importancia tanto desde una perspectiva social como empresarial. Las empresas que optan por incluir a personas con discapacidad no sólo cumplen con un deber ético y legal, sino que también pueden beneficiarse significativamente de esta práctica.


Esta población refleja los valores fundamentales de equidad y diversidad en la sociedad. Todos los individuos tienen el derecho fundamental a participar plenamente en la vida laboral y contribuir al desarrollo económico y social. Excluir a las personas con discapacidad del mercado laboral no solo es injusto, sino que también perpetúa estigmas y prejuicios que afectan negativamente a toda la sociedad.


Además, las empresas que priorizan la inclusión de personas con discapacidad pueden ganar una ventaja competitiva significativa. La reputación de una empresa como empleador inclusivo puede atraer a una base de talento más diversa y comprometida. Asimismo, puede mejorar la imagen de marca de la empresa y generar lealtad entre los consumidores que valoran la responsabilidad social corporativa.


De las empresas que sí contratan a personas con discapacidad (45%), la mayoría lo hace en áreas específicas: administrativa, de producción-calidad y operativa, y de servicio al cliente. Los sectores económicos que predominan en esta contratación son el sector de servicios (35%), el agropecuario (19%), el industrial (12%) y el comercio (11%). La encuesta realizada por Trabajando.com, que consultó a más de 2.100 líderes empresariales en las principales ciudades del país, reveló que las áreas de contratación para personas con discapacidad son variadas. El 35% de las empresas las contrata en el área administrativa, el 26% en el área operativa, de producción o calidad, y el 11% en servicio al cliente. Menores porcentajes las emplean en áreas financieras, de recursos humanos, comunicación y mercadeo, comercial y ventas, y tecnología y sistemas.


Cuando se les preguntó a los líderes empresariales por qué no contratan a personas con discapacidad, las razones varían. El 28% respondió que no reciben hojas de vida de estas personas, el 27% no sabe cómo contactar a personas con discapacidad, el 24% opina que estas personas no se adecuan al clima organizacional, y el 21% desconoce programas gubernamentales o privados que faciliten esta contratación.


Esperanza Rodríguez, coordinadora de inclusión y desarrollo social de Fundación Teletón Colombia, explicó que estos resultados reflejan el acceso históricamente limitado de las personas con discapacidad al mercado laboral. Las causas incluyen el desconocimiento de los derechos, imaginarios sociales negativos, la necesidad de ajustes razonables en los procesos de selección y gestión del talento humano, el escaso conocimiento de los beneficios tributarios, y la falta de proyección en la responsabilidad social empresarial.


La situación se agrava con testimonios como el de Khaterín Barreto, trabajadora de la empresa Carvajal S.A. en el área de comunicaciones, quien asegura que en su área de trabajo no hay personas con discapacidad vinculadas y que es un tema al que no se le ha dado importancia o relevancia. Esto resalta una falta de compromiso y atención hacia la inclusión de personas con discapacidad en las empresas del sector privado.


Similar es el caso de Jhonatan Cuesta, asistente jurídico de la empresa Vehigrupo, quien afirma que su empresa no cuenta con la infraestructura adecuada y tampoco tiene personas con discapacidad vinculadas. Estos son ejemplos de grandes empresas que no son inclusivas. Por lo cual se subraya la necesidad urgente de un cambio de paradigma y de acciones concretas para mejorar la situación.


Aunque, el sector público no es el único en no contar con la infraestructura necesaria para esta población. Pues la ingeniera industrial Lina María Castaño, con discapacidad física, es trabajadora de la empresa prestadora de servicios públicos en Cali, EMCALI. Ella se desempeña en el área ambiental de la Unidad de Gestión, Proyectos e Infraestructura de la Gerencia de Acueducto y Alcantarillado “cuando ingresé a Emcali en el año 2022 no había rampas para las personas que utilizamos silla de ruedas en la planta de acueducto. Sin embargo, en pocos días estas fueron construidas y adecuaron los baños, gracias a eso aún puedo conservar mi trabajo en esta área. Pero hace unos años debía asistir a una entrevista laboral en el segundo piso de Colpensiones, el lugar no tenía ascensor y fue imposible adquirir el empleo, ya que debía laborar en ese mismo piso”.


Es evidente que las empresas deben incorporar a personas con algún tipo de discapacidad como parte de sus prácticas de contratación. Esto no sólo es una cuestión de justicia social, sino que también puede aportar beneficios significativos a las organizaciones. Las políticas de inclusión laboral y los programas de RSE son herramientas esenciales para fomentar un entorno de trabajo diverso e inclusivo, que valore las capacidades de todos los trabajadores, independientemente de sus condiciones.


El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), la institución pública de formación técnica y tecnológica del país, ha establecido una política inclusiva que reserva un 6% de los cupos de admisión en todos sus programas para personas con discapacidad. Esta medida es crucial, ya que la educación y formación profesional son fundamentales para mejorar las oportunidades de empleo de este grupo poblacional.


Sin embargo, surge la pregunta de si este cupo del 6% se traduce en una inclusión real y efectiva. ¿Están recibiendo los estudiantes con discapacidad los apoyos necesarios para completar sus estudios exitosamente? La efectividad de esta política depende de la implementación de adaptaciones curriculares y de la disponibilidad de recursos adecuados para atender sus necesidades específicas.


La Ley 361 de 1997 ofrece a las empresas un incentivo tributario significativo: una deducción del 200% de los salarios y prestaciones pagados a trabajadores con una discapacidad no inferior al 25%. Según la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), en 2021, 633 empresas aprovecharon este beneficio.


Aunque esta cifra puede parecer alentadora, es solo una pequeña fracción del total de empresas en Colombia. Esto sugiere que muchos empleadores podrían no estar aprovechando esta oportunidad. Las razones podrían variar desde un desconocimiento de la ley hasta una percepción de que los beneficios no compensan los costos adicionales de la contratación de personas con discapacidad. Para que esta política sea verdaderamente efectiva, es necesario un mayor esfuerzo en la difusión y simplificación del proceso de aplicación.


El Decreto 392 de 2018 otorga un puntaje adicional a las empresas que contraten personas con discapacidad, lo que debería incentivar esta práctica en el sector privado. En el sector de vigilancia y seguridad, por ejemplo, el Decreto 1279 de 2021 reportó que en 2022, 922 personas con discapacidad estaban empleadas bajo estas condiciones.


Este avance es notable, pero la pregunta permanece: ¿Es este puntaje adicional suficiente para motivar a más empresas a seguir este camino? La verdadera efectividad de esta medida depende de la transparencia y el seguimiento en los procesos de licitación para garantizar que las empresas no solo cumplan con los requisitos de manera superficial para ganar contratos, sino que se comprometan a largo plazo con la inclusión laboral.


La estrategia “Empleo para la Vida” del Gobierno del Cambio ofrece incentivos económicos para la creación de empleos formales. Los empleadores pueden recibir hasta el 25% del salario mínimo mensual por contratar jóvenes entre 18 y 28 años, 15% por contratar mujeres mayores de 28 años, y 10% por contratar hombres mayores de 28 años. Este programa, que se extiende hasta agosto de 2026, busca reducir las barreras de acceso al mercado laboral para grupos vulnerables.


La Unidad del Servicio Público de Empleo (SPE), creada bajo la Ley 1636 de 2013 y adscrita al Ministerio del Trabajo, tiene la misión de conectar a los trabajadores con los empleadores. A través de su portal www.serviciodeempleo.gov.co, los trabajadores pueden registrar sus hojas de vida y acceder a vacantes, incluyendo aquellas dirigidas a personas con discapacidad.


El éxito de esta plataforma depende de su accesibilidad y facilidad de uso para personas con discapacidad. Además, es crucial que las empresas se comprometan a publicar vacantes inclusivas. La SPE debe continuar mejorando sus servicios y expandiendo su alcance para asegurar que más personas con discapacidad puedan beneficiarse de estas oportunidades.



 

La digitalización, una brecha más en el empleo y la discapacidad


El uso de tecnología se ha convertido en una necesidad en todos los entornos laborales. Al igual que en las personas regulares, en las personas con discapacidad también se encuentran analfabetas, migrantes y nativos digitales. Es por eso que el informe Discapacidad, Integración y el Papel de las TIC, elaborado por la Fundación Vodafone y Cocemfe, reveló que entre el promedio de 15% de la población mundial con discapacidad que la Organización Mundial de la Salud asegura existir, un 83% dispone de móvil de los que un 62% es un smartphone y que un 80% utiliza algún recurso tecnológico en su día a día.


Sin embargo, no todas las personas con discapacidad suelen contar con la misma fortuna de comprender fácilmente los aparatos tecnológicos, como es el caso de Aida Lida Castillo, una periodista de Buenaventura, Valle del Cauca con discapacidad visual adquirida hace 3 años, que asegura ser la única persona con discapacidad en un medio de comunicación en Buenaventura “Dudo de que me hubieran dado la oportunidad de trabajar en un medio desde que comencé a trabajar, teniendo la discapacidad. Mi caso es más sencillo porque llevo muchos años trabajando para medios de comunicación. Sin embargo, la misma discapacidad hace que me excluyan de muchos eventos y hasta contrataciones, consideran que no puedo movilizarme o no puedo cumplir mi labor correctamente. Ha sido muy difícil demostrar que yo sí puedo trabajar. Ya no me contratan para presentar eventos como solía ser antes”.


Por el contrario, el joven con discapacidad visual y podcaster del podcast El Refugio Geek, Jordy León Bejarano García, después de culminar sus prácticas profesionales en la Universidad Autónoma de Occidente, asegura que el periodismo es uno de los campos profesionales más inclusivos del mercado laboral.


La mujer del medio es Aida Lida Castillo, periodista bonaverense

Fotografía otorgada por Aida Lida


Actualmente se desempeña como locutora en el programa radial Palabras de Mujer con Voz de Mando, un espacio que le ha demostrado su capacidad para permanecer en su campo laboral a pesar de no tener visión. Además, también ha sido el espacio que le ha generado gran choque con el mundo digital, puesto que la tecnología es una herramienta digital en el mundo de los medios “siempre cuento con alguien que me ayuda para investigar y mantenerme informada de qué pasa en el mundo o nuestro país. Sin embargo, puede ser frustrante no poder manejar las redes sociales del programa, como solía hacerlo antes”.


Si bien, Buenaventura es uno de los tantos rincones del Valle del Cauca sin un lugar o espacio para rehabilitar a las personas con discapacidad respecto a las herramientas digitales o innovación. Este distrito, sólo cuenta con el Instituto para Niños Ciegos y Sordos del Valle del Cauca, el cual desempeña enseñanzas básicas y lejanas de la digitalización, según Aida Lida.


Es por esa razón que la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Limitados Visuales (CONALIVI), que a nivel nacional agrupa a las asociaciones y organizaciones de y para personas ciegas y con baja visión y sus redes representativas, se ha puesto en marcha ante las brechas digitales con el proyecto Educación Digital: Mujeres diversas con discapacidad, para plantear soluciones para la empleabilidad de las personas con discapacidad en Colombia, coordinado a nivel nacional por la conferencista, locutora de radio y televisión, y líder de empoderamiento femenino con discapacidad visual, Andrea Herrera.


Andrea asegura que tras el foro realizado en el mes de marzo en el Centro Cultural de Cali, en compañía de mujeres de los distintos municipios del departamento del Valle del Cauca, se llegó a la conclusión “la empleabilidad es una necesidad fundamental que para poder suplir es necesario abordar esos pilares sobre los que se simiente esta inclusión laboral. El proyecto tiene como foco la educación digital, el fortalecimiento de la participación política de las mujeres con discapacidad y la prevención de violencia de género, los cuales son tres aspectos fundamentales para que una mujer pueda estar preparada y permanezca en el sistema laboral”.


En cuyo espacio se manifestaron los problemas que no les permiten estar en el campo laboral. Aunque es importante resaltar que la mayoría de las personas presentes provienen de municipios del Valle del Cauca marcados por el olvido estatal y la desinformación. Por lo que Andrea asegura que lo principal es que ellas tengan espacios donde manifiesten sus necesidades y que ello quede plasmado en los documentos estratégicos para que se tomen acciones. Los documentos que resultaron de aquel encuentro fueron entregados a quienes están a cargo del Plan de Desarrollo del Valle del Cauca 2024 - 2024, al igual que a la Secretaría de la Mujer y de Educación.


Es importante resaltar que para garantizar el acceso de las mujeres al mercado laboral, primero se debe formarlas, prepararlas, fortalecerlas y crear las condiciones adecuadas desde las normas y las leyes para que ellas puedan estar ahí de manera apropiada. Para CONALIVI es fundamental capacitarlas y equiparlas con herramientas tecnológicas para su mejor adaptación y continuidad del proceso de aprendizaje.



Ahora, según los planteamientos de CONALIVI en algunos municipios del Valle del Cauca existe desconocimiento frente al uso de tecnologías en las personas con discapacidad. Sin embargo, para conocer el uso de dispositivos móviles en Cali, se realizó una encuesta a algunas personas con discapacidad que residen en la urbanidad de la ciudad.


Encuesta realizada por Valeria Serna y Ana Cuesta a personas que se encuentran

laborando con algún tipo de discapacidad en Cali


La pregunta se le planteó a personas entre los veinte y ochenta años de edad, de los cuales 8 personas respondieron afirmativamente, 4 personas respondieron “con dificultad” y 2 personas respondieron que no utilizan dispositivos tecnológicos. Entonces, con estos resultados ¿El espacio geográfico de las personas con discapacidad influye en su conocimiento de las tecnologías y acceso a la información?


Por otro lado, fuera del interés del proyecto mencionado, esta corporación plantea soluciones para la empleabilidad de las personas con discapacidad en Colombia. Tras el compromiso de CONALIVI con el bienestar y la inclusión laboral de todas las personas con discapacidad en Colombia, han desarrollado diversas iniciativas estratégicas para abordar el tema en compañía de todos los actores del ecosistema de la inclusión laboral.


Con el objetivo de plasmar soluciones, han realizado una formación ocupacional virtual en informática en colaboración con el SENA, beneficiando a 145 personas ciegas y con baja visión. Hasta diciembre de 2023, 129 participantes fueron certificados, y continúan formando a más personas en 2024. Esta formación proporciona conocimientos cruciales y herramientas tecnológicas para el mercado laboral actual.



 

Más allá de las barreras: Fundaciones que ofrecen esperanza y oportunidades laborales a personas con discapacidad.


Disminuir la tasa de desempleo en las personas con discapacidad se ha convertido en el reto de muchas personas. Es así como se han formado fundaciones o colectivos conformados por personas de esta población o sus cuidadores, con el objetivo de luchar por el respeto de sus derechos y las problemáticas que les impiden tener una vida digna, ya sea por negligencias en el sector de la salud, la falta de vivienda, la falta de acceso a la educación o la información y por supuesto, nuestro gran tema de interés: la desempleabilidad en las personas con discapacidad.


Entre las iniciativas de cambiar las dificultades a las que se enfrenta cuya población en el mundo laboral, personajes como el ya mencionado con anterioridad, Javier Hugo Sánchez, que además es fundador de la Fundación Discapacidad Somos Todos, tiene el objetivo de aportar al desarrollo económico de esta comuna, que hasta el año 2018 era habitada por 1.360 personas con discapacidad, según la caracterización de la población con discapacidad realizada en dicho año.


Entre sus actividades más destacadas, esta fundación participó en las jornadas de capacitación para madres cuidadoras, realizadas por la Secretaría de Bienestar Social durante los meses de agosto y septiembre del año 2022. La capacitación tuvo el objetivo de fortalecer el autoestima, autocuidado y protección de las madres entregadas al cuidado de sus hijos con discapacidad. Inicialmente fueron 40 madres cuidadoras, de las cuales 25 terminaron su proceso. Aunque el principal foco de él y su grupo de trabajo es lograr el acceso a vivienda, educación y salud para esta población de la comuna 20 de Cali.


Las fundaciones que respaldan a las personas discapacitadas en el ámbito laboral juegan un papel crucial en la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa. Su importancia radica en varios aspectos fundamentales que impactan tanto a nivel individual como social.


Además, las fundaciones desempeñan un papel vital en la reducción de la brecha de empleo que enfrentan las personas con discapacidad. A menudo, estas personas se enfrentan a tasas de desempleo mucho más altas que la población general debido a barreras físicas, sociales y educativas. Al abordar activamente estas barreras y proporcionar oportunidades laborales adaptadas a las necesidades individuales, estas organizaciones contribuyen significativamente a cerrar esta brecha y a promover la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.


Por otra parte, en el distrito costero de Buenaventura, también se manifiesta la importancia de las fundaciones que respaldan a las personas con discapacidad en el ámbito laboral. La Fundación Visión del Corazón, establecida por Christian Andrés Payan Solíss en Buenaventura, surge como una esperanza para las personas con discapacidad. Su principal objetivo es la inclusión laboral, desafiando la percepción común de que las personas discapacitadas no pueden contribuir en el ámbito laboral.


La fundación se dedica a facilitar oportunidades laborales para personas con discapacidad mediante el envío de sus hojas de vida a empresas públicas y privadas. Sin embargo, se enfrentan a desafíos como la falta de recursos financieros de algunas empresas y preocupaciones sobre la capacidad de los candidatos para desempeñar ciertas tareas.


A pesar de estos obstáculos, la Fundación Visión del Corazón ha logrado ubicar a seis personas en entidades del sector público durante la administración anterior, demostrando su compromiso en la defensa de los derechos y la inclusión laboral.


Además de su labor en el ámbito laboral, la fundación ha tenido un impacto social significativo. Ha empoderado a personas con discapacidad para superar el miedo de salir a la calle y ha llevado a cabo campañas de sensibilización para aumentar la conciencia sobre la situación de las personas con discapacidad en la sociedad.


Logo de la Fundación Visión del Corazón Fotografía otorgada por su fundador Christian Andrés Payan


En último lugar, podemos mencionar a la Fundación Antorcha, una organización con 10 años de trayectoria, fue fundada por Gabriel Preciado, un músico y comunicador social y periodista de Cali . Su enfoque es eminentemente cultural, abarcando áreas como el teatro, la danza y la música. A través de esta última, buscan generar ingresos para personas con discapacidad.


La labor de Antorcha se extiende a nivel nacional y departamental, colaborando en proyectos diversos. Son responsables de la producción de eventos culturales como "Celebra la Música", en colaboración con el Ministerio de Cultura en el año 2023.

Gabriel Preciado, fundador de la Fundación Antorcha

Fotografía tomada por: Valeria Serna


Además, se dedican a promover la empleabilidad de familiares, cuidadores y personas con discapacidad. Gabriel Preciado lidera las gestiones, respaldándose en el Decreto 2011 para exigir la inclusión laboral de esta población en el sector público del Valle del Cauca.


Actualmente, la fundación está enfocada en un proyecto que busca integrar a artistas con discapacidad en eventos culturales. Han presentado la propuesta ante la Alcaldía de Cali con la aspiración de convertirla en un decreto nacional, lo que beneficiaría a artistas de todo el país.


Finalmente, podemos afirmar que la inclusión laboral de las personas con discapacidad es un aspecto crucial para construir una sociedad más justa, equitativa y diversa. Sin duda, a través de iniciativas lideradas por algunos individuos se logra evidenciar el compromiso con mejorar las oportunidades de empleo para este grupo poblacional.


Sin dejar por fuera la importancia de políticas y programas gubernamentales que promuevan la inclusión laboral, así como el papel fundamental de las organizaciones de la sociedad civil en la sensibilización y el apoyo a las personas con discapacidad en su búsqueda de empleo.


No se puede negar que, a pesar de los avances logrados y las legislaturas que respaldan a estas personas, persisten desafíos importantes, como la falta de accesibilidad física y digital, la discriminación en el lugar de trabajo y la limitada conciencia sobre las capacidades y habilidades de las personas con discapacidad.


En definitiva, la inclusión laboral no solo beneficia a las personas con discapacidad al brindarles la oportunidad de participar plenamente en la sociedad, sino que también enriquece a las empresas y a la sociedad en general al promover la diversidad, la innovación y el talento. Es un llamado a la acción para continuar trabajando juntos hacia un futuro más inclusivo y accesible para todos.

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